Se trata de una especie perenne generalmente con la base leñosa, de talla variable hasta los 40 cm de longitud, aunque se suele quedar en los 20 cm por su porte decumbente y rastrero.
Tras su primer año de crecimiento desarrolla la corona de la que nacen axilarmente las ramificaciones. De esta también surge una raíz pivotante.
Presenta hojas sésiles (sin peciolo) de cinco foliolos dispuestos como los dedos de una mano: uno terminal, dos opuestos y otros dos en la base del raquis, a modo de estípulas desarrolladas. Los foliolos alcanzan una longitud nunca superior a los 17 mm, con una forma ovoidea.